A ver si despues de esto puedo volver a mostrar la cara en público

Es un hecho que todos los seres humanos llevamos unas cuantas contradicciones dentro. ¿Cuántas veces no le hemos echado el ojo o nos hemos acercado (por decirlo amablemente) a alguien que  sabiendo perfectamente que era MUY mala idea? ¿Cuántas cosas que “no deberían” de gustarnos nos encantan a pesar de que una parte de nosotros sabe que son vulgares, absurdas, ridículas o de plano están horribles? ¿Cuántas cosas no criticamos en público para disfrutarlas en privado? ¿Cuántas de estas no ocultamos lo mejor que podemos para que nuestros conocidos no nos echen en cara lo contradictorio, cuando mejor,  o lo reprobable, cuando peor, de estos gustitos?

No por nada a estas peculiaridades de carácter se les llama con toda razón Placeres Culpables.

Y bueno, pues quien escribe no es la excepción y tras una larga espera finalmente me armé de valor y con afán literario y catártico saco a la luz varios de mis placeres mas reprobables. Como todos saben que tienen cola que les pisen, espero que sean tolerantes y si se puede sería genial que compartieran sus propias joyitas, así que sin mas preámbulos…

1) No me gustan los coches en lo mas mínimo. De hecho, es un área de la Experiencia Humana que me repele. Las carreras de coches ni se diga. En un par de ocasiones, por afán grupal y en aras de la amistad asistí y no he dejado de recriminármelo. Fue terrible. Por si fuera poco, hay pocos seres humanos que tenga menos deseos de conocer que a Tom Cruise. No creo que nadie pueda salir psicológicamente indemne de tanta alabanza y apapacho a la vanidad. Honestamente creo que su papel en “Tropic Thunder” no fué una actuación. Fué lo que mas me impactó de la película. Es mas, estoy dispuesto a apostar que así es él en realidad. La mayoría de sus películas son nada mas excusas para su propio lucimiento a costa de casi todo lo demás.

Habiendo dicho todo esto, ¿Por qué Dios Mío, por qué me encanta Days of Thunder?

Es la última película que podría gustarme y sin embargo ahí está, sentadita en la repisa de los DVDs. Cuando ando aburrido o medio apachurrado es casi un acto reflejo ir y sacarla. Ni siquiera puedo usar a Nicole Kidman de mal pretexto, sus escenas son las que menos me agradan. Honestamente lo mas que he podido racionalizar como motivo de mi  gusto por la película es la actuación de Robert Duvall, como el jefe de pit y mentor Obi-Wan Kenobiesco. Cualquiera que le hable a las cosas que construye me tiene que caer bien. Eso y la música de Hans Zimmer, claro. Este video empieza con este escena y de hecho resumen bastante bien todo lo bueno y malo de la película.

2) Esto si da pena. Parte de los rituales semanales de todo mundo es ir al super. Y la verdad es que Grace y yo tenemos muy puesto ese show. Difícilmente nos tardamos mas de 25 minutos en poner en el carrito todo lo que necesitamos. El resto del tiempo es esperar en la caja. Y es ahí cuando aparece el siguiente placer culpable, uno que si me parece bastante cuestionable.

Por mas que lo intento no puedo dejar de leer el TVyNovelas en la fila de la caja.

¿Qué tengo yo que andar sabiendo las barbaridades que hace Niurka o Lorena Herrera? ¿O las revelaciones de los chavitos de RBD? ¿Qué diantres me interesa enterarme si Lucerito se enojó con el marido o no? ¿O si Paty Muñoz, quien va al mismo Sport City que yo (Alá es generoso) se va a divorciar y quedarse con los chamacos? Mucho menos las indiscreciones de tal o cual actor o actriz que ahora resultan son gay de closet. ¿Qué me importa si el tío materno político de Alfonso Zayas vive en la miseria en Los Mochis?

Pero eso si, las fotos de tal o cual actriz, que ni siquiera conozco, con escasa ropa y consistente mal gusto suelen justificar este atentado contra mis principios. ¿De qué otra forma se explica?

Lo mas irónico es que ni siquiera tengo tele. Y doy gracias que no tienen sitio de Internet porque si no, no quiero ni imaginarme lo que sería de mi. Con decirles que no me he atrevido a decirle a Vacagorda que debería iniciar una sección de scans de las páginas centrales. Ya sería demasiado.

3) Dos palabras: Abba Teens. Un numero: 2. El numero de mp3 que “misteriosamente” aparecieron en una playlist en mi Tablet. No sé cómo llegaron ahí. Seguramente estaban mal etiquetadas. Y no se borran las infames. Un misterio.

4) La moda y yo somos dos conceptos mutuamente excluyentes. Como ya he mencionado en alguna otra ocasión nadie que use el mismo tipo de zapatos, vaqueros y playera diariamente por mas de… dejémoslo en bastante tiempo, tiene mucho que opinar al respecto. Sin embargo mi único contacto periódico con un mundo mas allá de la mezclilla y el algodón gris se da semanalmente en uno de mis sitios favoritos – jezebel.com. Tienen una sección llamada “The Good, the Bad & the Ugly” donde comentan (léase “recortan”) los vestidos de los/las asistentes a eventos tipo premieres, aperturas y cosas de ese estilo. ¿Por qué es una de sus secciones que mas consistentemente leo? Ahí si ni yo lo sé.

A lo mejor son los colores. A lo mejor es un fútil intento de adquirir algo de sentido de la moda o elegancia. Tarea doblemente difícil porque casi siempre comentan únicamente los vestidos de las mujeres. El chiste es que podré no leer nada de lo que escriben esa semana en el sitio pero esos artículos son obligados.

5) Ya para acabar, si hay un género de películas que están mas allá de cualquier crítica y juicio y que me traen una especie de placer nostálgico son las películas de preparatorianos, porque en mi libro John Hughes es el único Dios y Molly Ringwald su profeta.

Joyitas como “Sixteen Candles”, “The Breakfast Club”, “Pretty in Pink”, “10 things I hate about you”, “Cruel Intentions”,  entre otras, y por supuesto la magna “Some Kind of Wonderful”.  Supe que la cosa iba en serio cuando fui a ver “Not another Teen Movie”, y pude identificar todas las parodias y de donde provenían 😐 Lo sé, esto no habla bien de nadie, pero esto lo achaco a que no estuve en una prepa mixta así que de algún lado había que compensar.

Admitidamente es una cosa generacional porque de un rato acá no hay películas decentes de este tipo. Antes de que lo digan, con “High School Musical” pinto la raya. Esa si no la he visto. Mas bajo que eso no caigo y miren que Vanessa Hudgens merecería una entrada individual en esta lista.

Nada mas chequen esta reunión, 20 años después, del reparto original de “The Breakfast Club”. Reto a que alguien de la juventud ochentera me diga que no la vio en su momento:

Quiero que conste en actas – Molly Ringwald es la Absoluta Ley.

Pues así las cosas.  Seguro que todos tienen un par de equivalentes en su haber así que no sean tímidos y suelten la sopa.

Sigo escribiendo