Bienvenidas todas a esta columna que no está segura de que las penas con pan son menos. Hay veces que el tema de esta columna se decide con antelación y es cosa de investigar y documentarlo. Hay otras donde genuinamente el tema te encuentra por accidente. Llegas a un lugar por otros motivos y de repente hallas algo que desde que le pones los ojos encima no hay duda de que es algo que vale la pena comentar.
Durante la investigación de muchos de estos posts es frecuente toparse con referencias a trastornos alimenticios, tradicionalmente la anorexia y la bulimia. La mayoría de los artículos son de índole clínica, investigaciones periodísticas, opiniones editoriales o testimonios personales.
En esta ocasión, una colaboradora a esta columna escribió un post de este último tipo respecto a su experiencia por esos nada agradables caminos. La ya comentada Diablo Cody Región 4 relata como fué darse una vuelta por un trastorno alimenticio en forma. Les recomiendo que lo lean completo, pero de su artículo quisiera pedirle prestado un fragmento en particular:
[…] Todo esto lo refiero no porque me guste mucho ventilar mi vida privada, sino porque hoy vi algo que me impresionó. Por algún motivo me topé con un blog que se llama «Me como a mi misma». Nota: No es el blog de Cielo Latini, es de otra chica pero tiene el mismo título.
En él y muchos otros, había historias terribles de chicas (de muchas edades pero más adolescentes) en las que describían largos periodos de ayuno, la forma en la que tomaban laxantes a escondidas, las veces que se pesaban… y en general mucha desazón y desesperación por su cuerpo y por la vida. Muchas de ellas se referían a si mismas como «princesas» y había dos nombres que se mencionaban: Ana y Mía.
¡Claro! No son otras más que la anorexia y la bulimia.
Entiendo a que se refiere porque una cosa es leer acerca de este tema viéndolo desde afuera, pero uno muy diferente el leer lo que pasa adentro mientras está sucediendo.
Si uno empieza a escarbar acerca de este tema eventualmente acaba uno en un sitio de los llamados Pro-Ana/Pro-Mia que son sitios hechos por personas que buscan lograr ese ideal físico ultra delgado. Hace tiempo hubo movimientos que buscaban ubicar y denunciar esos sitios, de manera que para no ser tan visibles a los buscadores, en vez de escribir “anorexia” y “bulimia” las autoras se referían a “la Princesa Ana” y “la Princesa Mia”.
Desde los inicios de esta columna hallé varios de estos sitios y la verdad es que quedé sumamente impactado. Mas sorprendente que cualquier imagen, el asomarse a la ideología detrás de estos blogs y sitios revela cosas que resultan inimaginables para los que no estamos en una situación así.
Durante algún tiempo debatí escribir acerca de ellos, mostrar algunos y comentar al respecto y llegué a la decisión de que no iba a hacerlo. ¿La razón?
Leer esos sitios es ver el retrato de alguien en circunstancias que no puedo siquiera suponer. Mostrar, comentar y juzgar no sirven de nada en esos casos, muy por el contrario. Difundir estos sitios, lejos de ayudar, me parece que solo disemina el problema. Al igual que DCody R4 no quise poner ningún link en este post. Si, ya sé que con solo buscar en Google se pueden hallar cientos de estos sitios, pero quien los busque ciertamente no los va a hallar gracias a un link directo aqui.
Este es un tema que está mejor en manos de gente que pueda ayudar a esas chicas. En algún sentido eso ha dictado un poco el carácter de esta columna, ya que es demasiado fácil juzgar a personas en estos casos. Yo mismo lo he hecho, antes de darme cuenta del tamaño y magnitud del problema.
Quiero dejarles unos fragmentos de un post que es de los que mas me ha marcado. el nombre original era “40 Razones para no comer”. De esas 40 les dejo 10 nada mas:
- You don’t NEED food.
- People will remember you as the ‘beautiful thin one.’
- Starving is an example of excellent willpower.
- The models that everyone claim are beautiful, the spitting image of perfection, are any of them fat? … NO….
- People who eat are selfish and unrealistic.
- Only fat people are attracted to fat people. Do you want pigs to like you because you are one of them?
- Is food more important than happiness in life? Your appearance to others?
- Eating is conforming.
- Food is mean and sneaky. It tricks you into eating it and it works on you from the inside out, making you fat, bloated, ugly, and unhappy.
- Thin people look good in ANY kind of clothes.
Recuerdo cuando acabé de leer esto. Estaba en completo shock. Todos tenemos nuestras creencias acerca de “como deben ser las cosas” por supuesto, y cada quien sabe lo difíciles que nos hacemos las cosas a veces con ellas.
Pero nada como esto.
Honestamente no deseo que nadie pase por algo así, mucho menos alguien que conozco y aprecio.
Así que cuídense.
Y cuiden a las demás. Sobre todo a las mas jóvenes. Sé que hay lectoras de todas las edades por aqui, y si bien nadie esta exento de creerse alguna mentira de vez en cuando, se espera que las que tengan mas colmillo puedan ayudar a las que empiezan a lidiar con sí mismas y su cuerpo.
Sigo luego.
Links Relevantes
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Gracias por mencionarme! Es en verdad un asunto increíblemente alarmante y lo peor de todo, es que después de un punto, el discurso llega a sonar convincente y con toda la lógica del mundo. Y eso es tan triste. (Sobre todo para una adolescente)
Que gusto encontrar post como estos =)
un abrazo!!!
Ayer lei en El Universal en linea que Mexico es el pais con mayor indice de obesidad infantil.
Esto me hace suponer que evidentemente la poblacion infantil mexicana esta bastante a salvo de la dupla tema de este blog. Me imagino entonces que es cuando las niñas se convierten en adolescentes y/o adultas jovenes que el factor «Ana/Mia» verdaderamente florece, cierto?
Aunque debo mencionar, como mero espectador desinformado estadisticamente hablando, que no he visto cuando estoy en Mexico y me encuentro en espacios publicos como centros comerciales, o en zonas escolares nivel secundaria/preparatoria o incluso en universidades, que las adolecentes presenten delgadez «anormal». Es mas, diria Yo incluso; delgadez generalizada. De hecho por lo que vi en la mayoria de los casos me inclinaria a pensar que la grandisima mayoria tiende hacia la problematica del exceso de peso.
Asi que en cocreto quisiera preguntar:
Que porcentaje de las adolecentes, y de adultas jovenes Mexicanas padecen de este problema de anorexia/bulimia, y que porcentaje padece de sobrepeso/obesidad?
Quiza lo que vi se da por el hecho de que como adolecentes las niñas mexicanas tambien sucumben a llevar a cabo su conducta por imitacion. Y ya que sus co-generacionales no parecen estar ni remotamente inadecuadamente delgadas, pues no sienten necesidad de adelgazarse en extremo por cuestion de acceptacion social.
En fin, si DiabloCody o alguna de las lectoras de esta columna pudiera comentar la respuesta, me seria de extrema utilidad para contextualizar en Mexico esta problematica. Ya que hace unas horas hable con mi madre quien tiene una escuela alla, y dada la atencion mediatica que tiene el otro lado del espectro del peso corporal en Mexico; me solicito ideas para como sugerirle soluciones sensatas a los padres de sus alumnos. Asi que consideraria invaluable saber de que tamaño es la posibilidad de «jalar demasiado para el otro lado».
Miel gracias.
Atte.
El genuinamente interesado «Capi» Futuro.
Adendum:
Lei mi post y de antemano pido disculpas por las faltas ortograficas. «acceptacion»!!!??? Claro! Del verbo accept-ar! 😉 . Y prometo hacer una plana de la palabra «adolescente». Yo no se porque la regue si arranque bien, caracho!
Saludos.
P.D. Yo accepto, tu acceptas, el accepta…
¿Una plana? Que sean mínimo 3. Respecto a las estadísticas, espero tenértelas antes de que acabe la semana. Es un buen punto, pero te advierto que no deberías esperar números demasiado grandes. Tan pronto las tenga comentamos.
Y «accepto» tus disculpas. Lo que pasa es que seguro no consideraste feasible que pudiera haber un error en una palabra tan conservativa, lo cual me parece remarcable 😉
Felicito a DCody por su valentía al hablar de ese tema sin tapujos.
Por desgracia, la gente suele creerse eso de la delgadez. Pero la verdadera elegancia (y la belleza) está adentro. Aunque suene choteado e inverosímil.
Saludos!!