Como muchos de ustedes saben el viernes pasado fué mi último dia de trabajo como Consultor de Soporte Técnico. Tras 13 años se necesitaba un cambio y las cosas se dieron para que esto fuera posible ahora. Es una transición grande pero estoy seguro que es para bien. Estoy entusiasmado con ello.

El detalle es que ese viernes el cielo genuinamente se derrumbó. Todo lo que no pasó durante los 4 días previos sucedió a partir de las 11:00. Supongo que de alguna poética manera mis clientes no quisieron dejarme ir sin un recuerdo de último minuto.

Pero pese a todo, el último drama de ese tipo terminó y fué momento de despedirse por última vez de todo y todos.

La lectura de mis tweets de esa mañana es una lectura extraña pero muy detallada de lo que pasó ese último dia. La mayoría están guardados ya para futura referencia. Pero lo que ciertamente querría compartir con ustedes es una grabación muy especial que hice esa mañana:

La última llegada a mi escritorio.

Usualmente soy era el primero en llegar todas las mañanas, de ahí que todo esté vacío, que en lo personal me pareció adecuado para esa última mañana.

Pocos conocieron mi oficina, pues ahora se las presento a todos los lectores. Antes de que me lo digan – Si, hace que las oficinas de la burocracia del Seguro Social parezcan diseñadas por IKEA 😦

Le agradezco mucho a todos los que me escribieron en esos momentos y que genuinamente me acompañaron minuto a minuto. Ya lo escribí, pero lo reitero:

Ha pasado una semana ya y el proceso de ajuste continúa de muchas formas. Quizá hayan notado que no he posteado tanto, pero reacomodar una vida tras mas de 10 años a veces lleva mas tiempo del esperado. Espero pronto retomar mi usual ritmo y calidad (o algo) en este espacio.

Ahora mas que nunca puedo despedirme diciendo:

Sigo escribiendo 🙂