Cada vez hay menos tiempo para escribir como quisiera. Afortunadamente el blog ha cumplido su función y ahora hay muchas cosas y proyectos andando. En los últimos meses he dejado de escribir más dias que en años enteros. Es un buen síntoma, pero no es agradable.
Esto lo escribí el año pasado. Que lejos estaba yo de suponer lo que iba a pasar en los meses siguientes. Es significativo que este aniversario se celebre tras la primera ocasión que dejo de escribir una semana completa. 5 días sin escribir. Lo digo y me aterra un poco. Pero no puedo evitar tener sentimientos encontrados al respecto porque esas ausencias aqui han sido el precio del éxito. La semana pasada se cerraron dos proyectos grandes e interesantes que necesitaron todo mi tiempo y energía. Dos proyectos que van a abrir puertas importantes para el futuro. Todo salió bien, pero el entusiasmo e investigacion que consumieron era el que en otras circunstancias les hubiera dado a todos los posts que en estos últimos meses no he escrito.
Este blog dejó de ser un hobby hace mucho tiempo. Se volvió parte importante de mi labor profesional, probablemente la que más me agrada. Gracias a ellas he podido conocer y ayudar a mucha gente. Pero en estos años ha habido una evolución importante pero sutil que hoy en dia hace toda la diferencia.
Este espacio empezó siendo la iniciativa de un blogger que quería dar consultoría. Hoy es un consultor el que tiene un blog. Parece un juego de palabras. No lo es. Es hasta cierto punto, un reflejo de lo que ha pasado a muchos niveles en el mundo digital. Hoy ya no podría llamarme necesariamente un blogger, aunque por supuesto técnicamente lo soy. Pero no es el tema central ya. El escribir es parte de un trabajo profesional más grande. Publicar aqui jamás pagó la renta, y nunca esperé que lo hiciera, pero ha sido indispensable para poder conseguir todos los proyectos que si la han pagado durante todos estos años.
Este blog no va a cerrar sus puertas pronto. No es la idea en absoluto. Lo necesito por muchas razones, profesionales y personales, pero si necesito reorganizar las cosas para que pueda seguir sirviendo a esos objetivos que tan buenos resultados han dado. No saben lo que extraño poder escribir para ustedes cada mañana. Durante mucho tiempo fue el mejor momento del dia. Quiero que lo siga siendo, pero juntas, llamadas, propuestas y proyectos se han ido comiendo su espacio. Por las mejores razones, sin duda, pero el hecho es que el agotamiento y la agenda saturada han probado ser asesinos más eficientes de este blog que ninguna otra cosa.
Así que llego a este octavo aniversario cansado pero contento. Veo hacia atrás y me siento tranquilo. Cuento esos espacios sin publicaciones y sé que están ahi por las mejores razones. Son vacíos consecuencia de llenar otras áreas y que en algún sentido son las mejores noticias. Pero una parte de mí preferiría que todo estuviera lleno y que cada dia tuviera un artículo como ha sucedido durante los últimos años.
El acuerdo que tenemos sigue en pie. Y sobre todo mi promesa, la que cierra todos los artículos en este blog.
Sigo escribiendo.
Un año más. Nos vemos aqui.
«Si los perros ladran Sancho, es señal q cabalgamos.» Quijote.