Uno no empieza a escribir un blog pensando qué tanto va a escribir. Al menos yo no lo hice. No hay una cuota, no hay regalías, no hay llamadas de atención si no lo haces. Al final, si no escribes puedes tener la certeza de que nada va a suceder. Pero si escribes, existe la posibilidad de que algo pase.

Quizá alguien te lea.
Quizá alguien aprenda algo. Probablemente uno mismo.
Quizá alguien entienda un poco mejor algún tema. De nuevo, quizá el que escribe.
Quizá alguien se entretenga. Si todo sale bien será también quien escribe. Porque esto podrá ser difícil, pero no es un suplicio (la mayoría de las veces).

No estoy de acuerdo en medir el contenido por cantidad. Dos mil posts solo significan que ha habido dos mil mañanas en las que he tratado de compartir algo que valiera la pena con ustedes. Hablaba hace unos días de que crear contenido en la red se ha vuelto una línea de producción, algo similar a una cadena de comida rápida. Siguiendo esa analogía, este blog ha tratado de ser un lugar donde se puede hallar una comida hecha a mano, que trata de ser lo mejor posible para un público en particular. Hace rato que decidí no tratar de ser enteramente popular para un segmento grande. Hubo un punto en el que decidí que el material que quería leer lo tenía que escribir yo mismo y en base a eso se armó lo que pudiera llamarse elegantemente una línea editorial. He tenido muchos modelos, buscando que siempre sean los mejores. Son tan buenos que copiarlos era absurdo así que preferí usarlos como inspiración. Si lograban hacerme pensar, aclararme algo, divertirme, hacerme ver las cosas desde una perspectiva nueva, compartirme su experiencia entonces eran los modelos correctos. Ese es el ejemplo que he tratado de seguir.

Por otro lado muchos posts son las conversaciones que he tenido, o quisiera tener con muchos de ustedes. Algunos han sido escritos pensados para una persona en particular, sabiendo que quizá muchos otros se podrían interesar en el tema. El proceso de creación de estas páginas tiene más influencia de muchos de ustedes de lo que imaginan. De ninguna manera es un trabajo enteramente individual. Más de un café con alguno de ustedes ha sido el pretexto para buscar temas y escuchar visiones nuevas. Casi nunca me he decepcionado de esta manera de trabajar.

Este blog no solo se alimenta de otros blogs, sino de la convivencia con otras personas, con colegas, clientes, alumnos, maestros y amigos, aunque a veces los límites entre todas ellos se confunden mucho. Eso es parte de la diversión. En ese sentido este blog es el más social de los medios ya que se crea a partir de la interacción con otros y busca alimentar esas interacciones dentro y fuera de Internet.

Dos mil posts han sido dos mil pasos en la dirección correcta. Hoy cosecho todo el esfuerzo de esas mañanas de muchas formas.

Gracias a todos por colaborar en esta iniciativa, a veces de maneras que ni suponen.

Solo hay una manera adecuada de terminar. Con esa línea que dia a dia resume toda la esencia de este blog.

Sigo escribiendo.

Vamos por los siguientes dos mil. Ojalá que puedan participar.