Sigo escribiendo.

En siete años esa es la única constante en gran cantidad de los artículos que he escrito, la última línea. Cada post termina con la promesa del siguiente. Y un buen dia miras para atrás y has escrito 2000 posts. Y un buen dia te detienes y ya han pasado siete años desde que empezaste a escribir, primero ocasionalmente, y los últimos 5 diariamente.

¿Qué haria yo si no escribiera? No lo sé. Seguramente tendría más tiempo en las mañanas. Pero seguiría en una oficina en un trabajo que ya no me agradaba.
Seguramente compartiría más enlaces interesantes. Pero aprendería mucho menos.
Seguramente tendría una vida menos ajetreada. Pero más aburrida.
Seguramente leería bastantes más blogs. Pero ayudaría mucho menos a otros.
Sería mejor lector. Pero peor consultor.
Estaría más tranquilo. Pero menos feliz.

Me pregunto cuánto exagero al decir que la vida que tengo hoy se la debo a este blog. Sin duda empezó aqui, eso me queda claro. El camino empezó de manera muy inocente y este espacio acabo volviéndose agente, catálogo y tarjeta de presentación. Con todo, lo mejor que me puede pasar es que la gente me diga que encontró la respuesta o información que necesitaba aqui. El escribir un solo post al dia implica tener que decidir con algo de rigor el tema que se va tocar. No se trata de poner las noticias más recientes, aunque siempre es opción, ni de poner el tema del dia o la noticia más escandalosa.

Cada dia el post es resultado de la intersección de dos preguntas: «¿De qué quiero escribir hoy?» y «¿Qué le podría ser útil a otros?». Mientras mayor la intersección, mejor suele ser el resultado.

Cada vez hay menos tiempo para escribir como quisiera. Afortunadamente el blog ha cumplido su función y ahora hay muchas cosas y proyectos andando. En los últimos meses he dejado de escribir más dias que en años enteros. Es un buen síntoma, pero no es agradable. El no escribir suele dejarme una sensación de que algo faltó. Es mi ritual más querido y continuo. Un acto propiciatorio para cada dia. La Salat-al Fajr u Oración Matutina de un consultor digital.

Mi dia empieza aqui. A veces también termina, al estar preparando el post del dia siguiente. Mi idea del Paraíso es un buen espresso, una mañana fresca, y una pantalla en blanco. De esos, suelo tener dos todos los días. No puedo quejarme.

Si me preguntan si los blogs se están muriendo ya saben que voy a responder. Sin duda no son lo mismo que antes, pero eso no ha disminuido su valor. Al contrario, ha aumentado considerablemente para muchos de nosotros y son un elemento crucial para cualquier que necesite estar al dia de una industria como la digital.

A esto le llamábamos la Feliz República Blogger. En mi caso, sigue existiendo. Al menos 5 días a la semana. No puedo quejarme. Tan es así que puedo incluir el hashtag que señala que las cosas van bien un año más.

#LivingTheDream

El camino continúa. Queda mucho por hacer, cambios que realizar y temas que aprender.

Y yo, en medio de todo eso… seguiré escribiendo.

Gracias a todos ustedes.

Platicamos en 2016.