Ningún blog sano vive (o sobrevive) en el aislamiento. En este enrarecido ambiente leer y escribir son actividades sociales.

Compartir poco a poco con gente que comparte este gusto por escribir, sin importar el tema que sea, que puede entender la pasión con la que dedicamos tiempo a esta actividad y con la cual podamos discutir ideas y traer a la vida nuevos proyectos es una de las partes mas interesantes de moverse en estos interesantes bajos fondos de internet.

En lo personal he tenido la suerte de hallar bastantes gentes a las que puedo llamar amigos ahora tras habernos conocido fortuitamente por un comentario en un post, un link en tal o cual blogroll, una referencia en Google, un tweet que recibe un RT.

La reunión del pasado viernes, sobre la cual espero platicar en profundidad mas tarde, ha sido una gran muestra de esto. Muchos grupos con elementos comunes, ya sea por tema, cercanía, amistad previa u originada por todo lo que ya he mencionado. Todos conviviendo en vivo tal y como lo hacemos en la vida online que todos llevamos. Todos parte de una comunidad que vive y se comunica primordialmente en la Red.

Este guest post que van a leer lo dejé en manos de una de las personas que para mi encarna los mejores aspectos de conocer gente en Internet. En una dia cualquiera podemos cotorrear, compartir links, pelearnos, insultarnos un poco, reconciliarnos, trollear a un tercero, llorar en el hombro del otro y reírnos de alguna burrada todo en el espacio de 15 minutos.

Me refiero ni mas ni menos que a BoticaPop, a quien aprecio casi tanto como a mi Google Reader. Con eso les digo todo 🙂

Pocas blogueras mas activas en su propio nicho temático y quien me ha enseñado mas que nadie lo que es vivir y trabajar en comunidad con otros blogueros. Sin mas, le cedo la palabra para que disemine el conocimiento:

Cuando Ornitorrinco me invitó a escribir un post cuyo tema sería «La importancia de la comunidad» me emocioné. Muchas cosas buenas me ha traído escribir BoticaPop, pero de todo, lo mejor ha sido conocer gente. Gente a la que amo. Pero vayamos un poco al pasado.

Cuando en verano fui entrevistada en este H. blog dije algo como «Yo he conocido en la vida ‘real’ a personas que previamente conocí en la red. No suelen ser mis relaciones más significativas pero si bastante divertidas». Ha pasado el tiempo y unos meses después puedo decir que tengo amigos que conocí en el proceso de tener un blog. Relaciones verdaderamente significativas y profundas que van mucho más allá de leernos mutuamente y comentarnos de vez en vez. Un regalo de la vida, pues. Pero vayamos un poco al marco teórico.

¿Qué es una comunidad? ¿Un conjunto de personas con intereses comunes? Puede ser. En este caso, es cierto. La gente con la que me relaciono a partir del blog es gente con la que tengo intereses en común. Por otro lado, etimológicamente una comunidad es la agrupación de personas vinculadas entre sí por el cumplimiento de obligaciones comunes y recíprocas. Esto ya no me resulta una definición tan precisa, porque no considero que en la comunidad alrededor de mi blog y del grupo de blogs con el que me siento vinculada tengamos ninguna obligación los unos con los otros. Lo que no significa que no nos importemos los unos a los otros. A mi me gusta la definición de comunidad que alguna vez le escuché a un humanista contemporáneo: una comunidad es un grupo de personas en el cual lo más importante, lo que más se cuida y se cultiva son las relaciones entre cada una de esas personas. Y voila. La comunidad alrededor de mi blog son aquellas personas reales con las que tengo una relación verdadera. Personas que me importan más allá de lo que postean, personas a las que estoy atenta: atenta a cómo se sienten, a qué les pasa, qué sueñan, qué aman o qué les pone tristes. Mis amigos. Y estamos donde al principio de este post. Pasemos a otra cosa.

Ornitorrinco dice con frecuencia que los blogs de moda somos como un pequeño ecosistema donde cada uno cumple una función. Algunos postean imágenes de los últimos desfiles con pasmosa velocidad, otros escriben describiendo detalladamente cada colección, otros comentan y critican las imágenes de los primeros, etc. Pero lo que yo considero mi comunidad no esta formada únicamente por blogueros de moda. Los hay como el mismo Ornitorrinco que de moda lo único que sabe es como anudar una bufanda, como los chicos de Buentono23 cuya onda es la música y cuyo formato no es propiamente un blog sino un podcast o bloggers como Omar Franko quien se enfoca en la fotografía o en la política. Y todos me interesan por igual. Si por lo que muestran en cada uno de sus sitios, pero principalmente porque la paso bien compartiendo mi tiempo con ellos. En línea y persona.

Quisiera hacer un post más «técnico» (por llamarle de algún modo) y hablarles de cómo se forma un buen blogroll, porqué dejar comentarios en otros blogs me reporta visitas, cómo entre todos nos compartimos información, cómo los que escribimos de temas relacionados nos completamos puntos de vista los unos a los otros… pero francamente no creo que me salga. Es algo que cualquier blogger con algo de tiempo en el asunto sabe o descubre rápidamente. Las colaboraciones son importantes porque escribir para un blog ajeno me da visibilidad a lectores que de otro modo no hubiesen sabido de mi. El trabajo en equipo es enriquecedor y provechoso, incluso para descubrir lo que no me gusta / no me interesa. La red es infinitamente grande y es imposible que no se te escape información importante, y tus contactos son como un filtro que te hará llegar cosas que pudieran ser relevantes para ti pero que no hay manera de que hubieses visto. Sobre esto último tengo el ejemplo perfecto: el constante intercambio de enlaces interesantes entre Ornitorrinco y yo. Verán. Cuando encuentro una nota o un sitio que pienso puede serle útil o divertido a Ornitorrinco, le mando el link. Y lo mismo hace él. Y de ese ir y venir de información han salido posts bien sabrosos y hartos buenos momentos. Pero lo importante aquí es cómo sucede la selección de lo que creo puede ser relevante para Ornitorrinco… ando por ahí, vagando en la red y de pronto topo con algo que me hace pensar en Ornitorrinco, sus gustos y sus intereses. Pienso en él. Y pienso en él porque lo conozco. De la misma manera que pienso en uno de mis hermanos cuando veo el nuevo libro de un autor que le gusta. ¿Me explico?

Muchos tenemos un blog únicamente como hobby, otros lo tienen de alguna manera como proyecto profesional. En ambos casos, lo que hace crecer el proyecto y lo hace más interesante y un poco más relevante, es la gente que se relaciona con el mismo. Por ejemplo, el podcast que mantenemos entre Bere, Simone y yo . Podría haber sido un proyecto más o menos en solitario, pero afortunadamente no lo es. El hecho de que sea un podcast de tres personas (cuatro si contamos a nuestro excelente productor) aporta cosas que de otra manera no hubiesen existido. Ya que lo damos a conocer en tres blogs en lugar de uno, crece el número de visitantes, por mencionar sólo una ventaja. Aunque las ventajas resultan bastante obvias, creo.

No me va salir un post técnico porque lo que en realidad quiero escribir es una carta de amor. Así de cursi como se lee. Berenice y yo formamos un buen equipo para trabajar porque tenemos diferentes aptitudes y cuando las juntamos conseguimos cosas que no hubiésemos conseguido solas, pero no la quiero por eso. La quiero porque me ofreció su sofá en días difíciles y me hizo café y me convidó galletas suecas. No tengo un banner publicitario de Profesionales de la Imagen porque Simone haya hecho materialmente posible la producción de nuestro podcast, lo tengo a manera de humilde agradecimiento por todo lo que me hace reír y por las largas horas que escucha mis azotes cuando tengo SPM. Aldo y Juan son los mejores compañeros en las interminables filas para entrar a DFashion o IDM. Pustulio me llena de música el iPod y de alegría el alma. Con Diablo Cody, Alex Buentono y Marianita he pasado increíbles veladas caminando por Insurgentes o jugando RockBand. Y así me podría seguir durante párrafos, mencionándoles a la gente que he conocido gracias al blog y seguro me dejaría a alguien afuera, así que para paliar un poco la culpa que eso me causa les dejo los links a las listas de Twitter donde los pueden encontrar (aquí, aquí, aquí y aquí). Gente tan importante como la que he conocido haciendo teatro o estudiando agronomía y tan entrañable como todos aquellos con los que he tenido algo significativo antes de usar internet. Ustedes son mi comunidad y mi celebración del primer aniversario de BoticaPop está como testigo.

Los vídeos de Vodpod ya no están disponibles.

Gracias a la querida y gregaria Boticapop por contribuir con esto.  Y algo que no puedo dejar de enfatizar es que no basta con conocer a la comunidad que ya existe, aun cuando acercarse a los otros y hallar lo mucho que tenemos en común es esencial.  Hay que ser generosos e invitar a mas personas. Hay muchas cosas sin decir, bastantes cosas que falta leer y mientras mas gente comience a darse cuenta que esta fiesta es abierta y que todos son invitados, las cosas serán mas y mejores.

Abran sus puertas y compartan la riqueza 😉

Sigo escribiendo.