
Para muchas agencias y marcas el ambiente digital es algo nuevo. En el mejor de los casos es una herramienta que permite nuevas alternativas y oportunidades y que debe de ser abrazada y asimilada. En el peor puede ser una grave amenaza a la manera tradicional de hacer las cosas que merece ser rechazada a toda costa. A veces la diferencia entre una y otra visión es simplemente una opinión o juicio, tal vez incluso sólo un poco de información en las manos adecuadas. Sea como sea, esa visión puede tener consecuencias severas en el futuro de una empresa.
Lograr la adopción de algo nuevo, por benéfico que pueda ser, implica con frecuencia un proceso largo y doloroso. Extrañamente la dificultad no es siempre provocada por el cambio de estructuras o procedimientos, sino por la transformación de ideologías y mentalidad. Es esta situación la que ocupa a nuestro querido y dinámico ingeniero Carlos Solares, que no pocas veces ha tenido que lidiar con el ingrato papel de ser el agente de cambio en la adopción de iniciativas digitales. Sin más demoras, le cedo el micrófono al benemérito ingeniero Solares para que nos cuente con lujo de detalles los retos de los que ha sido testigo…
Una de las barreras más canijas para adoptar el fino arte digitaloso dentro de una empresa radica fundamentalmente en la forma en la que los pelaos en cuestión piensan, es decir, el benemérito mindset que impera entre las personas que quesque quieren meterse en este aquelarre. Recuerden el posteo pasado en el que le dimos una repasada
a las 5 barreras para adoptar el marketing digital en una empresa.
Este mindset, para algunos retrógrada, para otros llamado actualidad contiene elementos plenamente identificables, combatibles y…parece que estoy haciendo un comercial de antibióticos genéricos. Total, en esta colaboración me voy a enfocar en disecar, mencionar y molestingar (del norteño de molestar intensamente) pa’ que nos demos cuenta que la principal barrera somos nosotros y la forma en la que pensamos.
Atenta nota. Más allá de mis pinceladas de psicólogo frustrado, les digo algo por adela: Está bien COM-PLI-CA-DO cambiar la forma en la que piensa una organización (punto para las PYMES), lo que sí es que podemos acompañar un proceso iluminatorio-desatarugador-enriquecedor; pa’ que al final no nos crucifiquen (o intenten) en el intento. Ahí van los 3 componentes.
Miedo
Una de las emociones primarias del ser humano, el temor a lo desconocido (y más en el ámbito godinezco) permea y retumba en la forma en la que concebimos el día y el futuro con un claro impedimento a cambiar y adoptar una nueva forma de pensamiento. ¿Pero miedo específicamente a qué, dirán ustedes? Pues a no saber que el marketing digital requiere-suplica-necesita articular una realidad en la que los consumidores mandan y se abre un diálogo.
Necesidad de control
Aquí sí me vestí de Freud, les digo que pa’ loquero si la hago. Desde cierto punto, muchos de los colegas que manejan marcas han sido programados para ser excesivamente controladores acerca de lo que debería de pensar-actuar-conceptualizar el consumidor acerca de la marca. Desafortunadamente el nuevo paradigma digital, ha regresado al poder (digo, nunca lo perdieron) a los consumidores de elegir, informarse y pensar lo que se les venga en gana de las marcas. Por mucho Mad Men que le quieran pegar, it is what it is; a muchos les aterra perder el control de su marca, ya que en la forma antigüita de hacer las cosas esto les confería poder. Y se podrán perder muchas cosas, pero con el poder, aunque sea de mentiritas, no se juega.
Falta de flexibilidad
Un nuevo tipo de paradigma requiere de una flexibilidad y una reflexión de proporciones de Yoda. Desaprender para aprender, implica esta flexibilidad y evitar juzgar la comunicación digital como si fuera algo lineal, estático y unidireccional. Esta flexibilidad tiene implicaciones cataclísmicas aunadas con el punto 1 y 2. Al final del día la flexibilidad no es del tipo personal estilo yoga-pie-derecho-en-oido-izquierdo sino del tipo mental.
Estas barreras no son insuperables, aunque curiosamente no hay una forma única para poder superarlas. De hecho, muchas de éstas escapan a una solución netamente digital y se llama Change Management, una disciplina que implica el cambiar el pensamiento de muchas personas y enfrentar el cambio.
Sin embargo, el cambio a un mindset digital tiene que tener en cuenta principios como la democratización de las ideas, una percepción colectiva y una clara intención de participar en un diálogo que no se controla. Súbitamente el libro “
The Thank You Economy” de Gary Vaynerchuk resuena en mi mente.
En el siguiente post ahondaremos en una nueva barrera, por lo pronto ¡¡¡a chambearle!!!
Saludos.
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Mil gracias al ingeniero Sosofróstico por darle continuidad a esta serie de posts. No se pierda el siguiente episodio de esta épica saga en dos semanas, querid@ lector@.
Si quieren saber más de Carlos o preguntarle algo, les sugiero que lo sigan en Twitter (@CSolares2)
Seguimos escribiendo 😉
¿Has visto el mindset de una empresa como obstáculo a cambiar o aprender? ¿Qué hiciste al respecto?
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