Por mucho tiempo Mashable.com fue uno de los sitios referentes en cuanto a noticias de Medios Sociales. Su fundador Pete Cashmore, lo hizo una de las publicaciones de lectura obligada en esos años dorados del crecimiento de la industria de redes sociales y medios digitales. Desde 2005 simplemente era un lugar que no se podía pasar por alto.
Pero en 2013, la situación ya no es la misma. Ya no es la fuente confiable de noticias y análisis que solía ser. Me duele decir esto, pero se ha vuelto un poco el TVyNovelas del Social Media. La situación podría resumirse en que puede ser atractivo, pero no relevante. Desde hace tiempo no me entero de nada que no pueda ver en un mejor post en otro lado.
De alguna manera ilustra lo que le está pasando (o ya pasó) a muchos blogs: De un blog se convirtieron en otro medio masivo.
Esto no necesariamente es algo malo, de hecho es un problema que solamente el éxito permite. Si no hubieran sido extraordinarios esto no hubiera sucedido jamás. El problema es que al convertirse en algo mucho más grande que un blog perdieron un poco lo que, personalmente, me agradaba de ellos, lo que los hacía no solo especiales sino hasta indispensables.
Por eso hace casi 2 semanas los saqué de mi feeds RSS en Feedly.
Técnicamente ahi siguen. Pero ya no están en la carpeta Net News que agrupa las fuentes de noticias importantes en el rubro. Quise ver si los extrañaba, si me perdía realmente de algo y era un error quitarlos. El veredicto es unánime:
No hacen mucha diferencia ya.
En el excepcional caso de que publiquen algo que valga la pena, usualmente me entero por Twitter via mis listas de Social Media o por referencias en otros sitios. La proporción de ruido contra señal se volvió demasiado grande para ser aceptable. Cuando se tiene un volumen de publicación tan grande más vale que al menos una fracción mínima sean cosas que valgan la pena. Hace rato que lo que leia en su feed no era así.
No sé si son ellos o soy yo («It’s not you, it’s me»), lo que sé es que cuando empecé Mashable era de lo mejor que podías leer. Hoy ya no lo es. Ya sea porque hoy prefiero y necesito leer otras cosas o porque ellos han cambiado su línea editorial, el hecho es que nos separamos y creo que estoy mejor así.
La relevancia es una virtud elusiva y frágil.
Que nos sirva de lección a todos los que publicamos.
Sigo escribiendo.
¿Sigues leyendo las mismas fuentes online que leías hace 3 o 4 años?
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