A pesar de lo que muchos puedan decir, usar Medios Sociales para promover un negocio no es lo más simple, ni rápido del universo. Al menos si esperas hacerlo de la manera correcta. La dura verdad es que hay una curva de aprendizaje bastante pronunciada, que se complica dependiendo de la cantidad y naturaleza de cosas que se desee hacer. No es lo mismo nada más llevar una cuenta de Twitter, que además hacer una campaña de publicidad en Facebook, administrar la página correspondiente, compartir fotos en una cuenta de Instagram y hacer videos en Vine.

Y ni siquiera mencionamos el hecho de medir esto y saber si tu estrategia (porque si tienes una, ¿verdad?) está realmente funcionando.

Esta situación es particularmente evidente en el caso de las PYMES. Con frecuencia es una persona la que se encarga de todo, con poca experiencia y no demasiado presupuesto. Lo interesante es que con frecuencia este tipo de negocios son los que potencialmente están en mejor situación para sacar más provecho de dar el brinco y empezar a emplear canales digitales más activamente. Estos son los 4 argumentos típicos que se escuchan al sugerir el uso más formal de medios sociales en un negocio pequeño:

«No tengo tiempo de enfocarme en una cosa más»

Dirigir un negocio pequeño significa realizar muchos roles, desde conserje hasta departamento de recursos humanos. Sin embargo el aspecto de promoción es crítico porque a la larga, de no realizarse apropiadamente, vamos a tener que despedir a todos nuestros demás roles de la empresa. Es un caso claro de dar prioridad a lo importante sobre lo urgente.

«No sé como usarlos efectivamente»

El conocimiento y la adquisición de nuevas habilidades nunca está de más, sobre todo en una época como esta. Es el caso más obvio de una inversión a futuro en nosotros. Aprender es lento al principio pero teniendo un par de conceptos muy claros, elaborando un plan simple pero práctico, y con buenos ejemplos de cómo hacer las cosas se puede hacer mucho e ir construyendo gradualmente sobre eso. Sobre todo nuestra experiencia práctica será invaluable. Ningún curso o capacitación puede reemplazar eso.

«No tengo presupuesto para algo así»

La mayor inversión que los medios sociales exigen es de tiempo, antes que dinero. Una empresa pequeña requiere invertir mucho menos de lo que supone para empezar – para algo de capacitación quizá y para un par de campañas de publicidad. Obvio es que se puede gastar muchísimo si se tiene dinero disponible, pero la verdad es que no es necesario. Un presupuesto modesto puede estirarse y rendir mucho, sobre todo comparado con inversiones similares en medios tradicionales cuando sabemos lo que estamos haciendo.

«Necesito más clientes, no followers ni fans»

Quiza el punto más importante de todos. De nada sirve entretener a 10 mil fans si ninguno se vuelve un cliente o ayuda a la promoción de nuestro negocio. El tiempo, energía y dinero que invirtamos en esto tiene que redituar y dar resultados. Cuidado porque que esto no significa que los resultados sean instantáneos. Medir nuestro éxito puede tener muchos ángulos, pero al final para un negocio chico todo tiene que traducirse en ahorros o mayores ingresos.

La barrera más grande para usar provechosamente los medios sociales no está hecha de dinero o de recursos. Está hecha de conocimiento. Y eso es algo que todos podemos adquirir y acrecentar, ya sea a través de nuestro propio esfuerzo o con la ayuda de otros. No es un obstáculo insalvable en absoluto.

Iniciar un nuevo camino, con reglas muy diferentes es un reto, eso no está a discusión, pero sin duda lo vale. Puedo dar fe de eso.

Sigo escribiendo.

¿Qué otros argumentos has oido para no aprender a usar los medios sociales para un negocio?