«La idea de que los consumidores están enamorados de nuestras marcas y quieren tener conversaciones o interacciones sociales online sobre ellas es un delirio infantil»
Las marcas no son parte de nuestros contactos sociales, solo son parte de nuestros intereses, esto en el mejor de los casos.
Casi por definición nuestra gráfica de intereses es mucho más privada y de menor relevancia para la mayoría de nuestros contactos netamente sociales. La intersección de ambas suele ser pequeña, es decir, muy pocos de nuestros familiares, compañeros o amigos van a tener los mismos intereses que nosotros, como todos estamos dolorosamente conscientes por la clase de cosas que vemos que se comparten diariamente.
No es de sorprenderse entonces que Facebook, en su perpetuo ajuste del algoritmo, haya anunciado cambios que limitarán la visibilidad de nuestra actividad en ciertas páginas en el newsfeed del resto de nuestros contactos. Como usuario, la verdad es que lo agradezco y seguro varios de mis amigos y familiares dirán lo mismo.
Pero como administrador de páginas esto podría sonar un poco amenazante. Esto, claro, si solamente me preocupo por microadministrar el alcance de cada publicación, cosa que ya hemos platicado, es bastante inútil.
La frase de Bob Hoffman tiene mucho de razón, pero todavía no la hemos realmente asimilado totalmente. Seguimos preocupándonos demasiado de lo que, en apariencia, nos quitan pero ponemos la mínima atención en lo que nosotros damos. Si la atención se inviertiera probablemente tendríamos menos problemas con los cambios.
Hasta entonces, cada ajuste en el algoritmo será motivo de confusión y preocupaciones. Me pregunto porqué no nos hemos dado cuenta de que eso es en sí mismo un muy mal síntoma de lo que hacemos.
Sigo escribiendo.
¿Qué planeas hacer con este nuevo cambio en el algoritmo de Facebook?
Ornitorrinco Digital 