Creo firmemente que esto es cierto. Por eso el cambio en circunstancias ordinarias es tan difícil. Muy pocas compañías cambian cuando todo está bien y la situación es, si no favorable, al menos, no hostil. Se necesita una amenaza grande y clara, ya sea inmediata o futura para verdaderamente motivar un cambio.
Las organizaciones, sobre todo las grandes son bestias sencillas. Podrán ser de gran tamaño y alcance, pero sus motivos suelen ser bastante básicos. Suena extraño, pero hay que considerar que el mejor aliciente para el cambio no es la mejora, el crecimiento o la innovación.
La mejor oportunidad de cambio se da en los peores momentos. Por eso la adopción de elementos nuevos como Social Media suele ser recibido de dos maneras:
- Con apatía y desinterés.
- Con entusiasmo por sus aspectos más superficiales solamente.
En ambos casos, el aprendizaje y los cambios profundos que se necesitan para una adopción realmente exitosa no se llevan a cabo, simplemente porque no hay una razón de peso para hacerlos. Social es un juguetito nuevo. La proverbial «cosita brillante» (shiny thing) nueva que nos señala para otras organizaciones igual de superficiales como una organización «innovadora» y «actualizada» pero hasta ahi.
Si la supervivencia no está en juego, es difícil que el cambio verdadero suceda.
Y no olvidemos: Mientras más grande y torpe la organización, más grande debe de ser la amenaza.
Sigo escribiendo.
¿Te ha tocado ver esta situación operando en donde trabajas?
Joder, que buen artículo, en mi caso (que trabajó con el social media) me doy cuenta que cada vez están más receptivos a la hora de conocer los servicios, sus ventajas y su alcance…. Quizás! Porque ya se vean amenazadas de la competencia.
Muy buen artículo, me robo la imagen. Saludos.
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