¿Cuántos negocios han tenido que abandonar sus iniciativas digitales, recortar personal, reducir su tamaño o inclusive cerrar sus puertas porque no lograron ser rentables o cumplir sus objetivos? ¿Cuántos no invirtieron dinero en crear páginas de Facebook o cuentas de Twitter, crear contenido o incluso tener pauta para generar un mayor público?

¿Cuántos de estos negocios que desaparecieron o decidieron dejar de invertir en medios sociales tenían miles o decenas de miles de Likes o seguidores?

Probablemente más de los que supondríamos. Y aún si los tienen y siguen operando como negocio ¿en qué les ayuda esto? No es raro ver páginas con cantidades astronómicas de fans o seguidores con una actividad regular (de pésima calidad, pero constante) que apenas si generan las más mínimas muestras de interés.

Si, tienen miles, decenas de miles o incluso centenares de miles de fans.

¿Y?

Si tuvieran una fracción de ellos, tendrían los mismos resultados. Pero más dramáticamente, si no tuvieran ni uno, estarían obteniendo los mismos resultados para sus negocios.

Es decir, absolutamente nada.

Y no me refiero al socorrido tema de las ventas. Hay muchas maneras de obtener beneficios reales para un negocio que no necesariamente implican vender directamente. Pero se necesita diseñar una estrategia correcta para esto. Se necesita conocer muy bien el negocio y los clientes y ser responsivo tanto como activo.

Pero nada de esto se refleja en el número de Likes.

Espero que nunca sean de esos negocios que en su lápida llevan la inscripción:

«Quería tener muchos Likes»

Sigo escribiendo.

¿Has visto casos en los que la búsqueda de Likes puede destruir una iniciativa digital?