Las plataformas de medios sociales que usamos diariamente tienen en las manos responsabilidades que no esperaban y que ciertamente no son muy deseables. Estoy seguro que Twitter no esperaba tener que estar lidiando diariamente con problemas de libertad de expresión, censura política, bullying y difamación. De igual manera Instagram quizá no tenía en sus planes de negocio lidiar con asuntos de obscenidad, derechos humanos y pornografía. Sin embargo cuando una aplicación crece y es usada por centenares de millones de personas junto con medios, organizaciones y empresas es inevitable que problemas que eran completamente inverosímiles al inicio comiencen a presentarse.

Este es el caso de Facebook y la industria del periodismo.

Hoy en dia Facebook es una de las fuentes principales de noticias e información para las personas. Si, su función principal es de conexión social, pero es inevitable que al ser de los mayores jugadores en móvil, teniendo una cantidad de usuarios activos gigantesca y siendo una de las mayores fuentes de tráfico y referencia social, su influencia en la distribución y consumo de noticias creciera desproporcionadamente. A esto agreguemos un algoritmo que determina lo que vemos desplegado en nuestras pantallas y la posibilidad de que periódicos y sitios de noticias comiencen a publicar contenido directamente en Facebook y esto da lugar a cuestionamientos serios por parte de periodistas y organizaciones interesadas en la transparencia de la información.

Facebook ha respondido a estos cuestionamientos con 3 puntos:

• Facebook no controla el NewsFeed. Son los usuarios los que lo controlan con su actividad e intereses.
• Facebook no debería ser la fuente primaria de noticias de las personas, en todo caso es un complemento a las fuentes originales.
• Facebook es responsable de ofrecer la mejor experiencia posible a sus usuarios, pero hasta ahi.

Obvio que estas respuestas no han dejado satisfecho a la mayoría. Con toda razón.

Hay un algoritmo involucrado y un algoritmo trae interconstruidos los valores y prioridades de los diseñadores, eso es importante. Como bien dice Jay Rosen, «La decisión del usuario es real. Pero el código es destino». Por otro lado, no hay mucha duda sobre que Facebook, sobre todo en móvil, ES la fuente primaria de noticias para la mayoría, asumir que no lo es sería tremendamente ingenuo. Es un hecho bien sabido por todos los que trabajamos en la industria que la gente detesta salir de Facebook y que para muchos es esencialmente un sinónimo de la web misma. Y finalmente quizás el problema central: Facebook necesita admitir que, si, la mejor experiencia de los usuarios podrá ser su objetivo, pero inherente en eso está también un gran dosis de poder que no puede ignorarse o tratarse como si fuera algo accidental.

Le guste o no Facebook tiene que aceptar que ahora es también una empresa de medios y que no es un participante neutral en ese juego.

Es obvio que el poder editorial que tiene no es similar al que tenían las redacciones de periódicos y revistas en el pasado. No hay un puñado de gente decidiendo. No se espera que tenga una línea editorial o su equivalente. El problema es que es algo tan nuevo que en muchos sentidos todavía estamos viendo sus alcances y retos. Se reconoce que es algo diferente y por eso las preguntas tienen que hacerse y son importantes. Por eso los periodistas no van a soltar este tema fácilmente y es importante que asi sea.

En este momento tal vez no se esperan respuestas claras y concisas, pero si al menos una admisión de responsabilidad y el inicio de un diálogo honesto al respecto. Ese sería un primer paso correcto.

A pesar de lo que sus creadores hayan querido lograr, los usuarios generan sus propios planes para las plataformas sociales. Y estos planes por definición no siempre coinciden con la idea original. Usualmente implican caos, desorden, ajustes y negociación. De la misma forma, las plataformas tienen que darse cuenta de que tienen más poder del que suponían y con ello muchas más responsabilidades de las que seguro deseaban. El ignorar o no ejercer ese poder, sin embargo, no las hace menos responsables y disminuye las exigencias de industrias y sociedad. Hay preguntas que necesitan respuesta o al menos reconocerse como puntos en la agenda porque tienen consecuencias serias de muchas formas.

¿Es molesto y una distracción de sus objetivos principales? Sin duda.

Pero ese es el precio del éxito también.

Sigo escribiendo.

¿Habías considerado el impacto de Facebook en las noticias?