Es frecuente escuchar variaciones de estas frases cuando das un curso de Social Media, sobre todo cuando mercadólogos y publicistas se encuentran con ellos por primera vez. La semana pasada me sucedió 2 veces con públicos diferentes. A diferencia de otras ocasiones, el curso casi no fue teórico. Me los llevé de safari por Internet y pudieron ver algunas cosas operando en vivo o como realmente funcionan tras el escenario. Vieron mucho de lo que ellos van a ver cotidianamente cuando  empiecen a trabajar en profundidad con esto.

Tuvieron oportunidad de hacer búsquedas y ver con sus propios ojos lo que la gente dice de sus marcas en Twitter, pudieron conocer una campaña de publicidad en Facebook por dentro, con reportes y explicación de todos sus elementos. Vieron lo que compañías gigantescas y poco glamorosas hacen exitosamente en medios sociales, puesto lado a lado con lo que PYMES de dos personas contestan a los fans que los aman.

Sin embargo hubo un tema que se repitió una y otra vez.

No era lo que ellos esperaban. Era muy distinto. Y mejor.

Estaban muy sorprendidos. Y el más sorprendido, confieso que era yo.

No hubo tiempo de preguntarles qué era lo que esperaban, pero me encantaría saber cuál es la imagen que tenían antes del taller en medios sociales. ¿Por qué lo que vieron no se parecía nada a lo que ellos esperaban?

¿Cuál es el mito que circula alla afuera sobre usar medios sociales, sobre todo si eres publicista o mercadólogo?

No lo sé aún, pero si sé que para cuando acabo el curso había quedado completamente disuelto.

Se fueron contentos. Creo que vieron las posibilidades, pero también entendieron las dificultades.

Si esas dos cosas quedaron claras, no puedo pedir más.

Asi es es esto de la evangelización digital 😉

Sigo escribiendo.

¿Crees que es difícil deshacer los mitos sobre los medios sociales en la industria de la mercadotecnia?